Vuelvo a casa caminando de puntillas, no vaya a ser que se despierten los poetas.

17 sept 2013

Julietas en Chevrolets

Me he dejado en la cuneta
un montón de vestidos,
que nadie me quitó nunca,
llenos de piel muerta.

Tazas rotas en la guantera,
paquetes de cigarrillos sin cigarrillos,
un cassette de música de los 70,
una botella de whisky medio llena.

Gafas de sol para conducir de noche,
autoestopistas con resaca,
moteles con puertas cerradas,
airbag en el alma para encajar cualquier golpe.

Lleno el depósito con frases bonitas,
lamo las gotas de combustible que resbalan,
pierdo los mapas en el kilómetro 30,
en el asiento de atrás he dejado un libro de visita.

Acierto en el blanco con los ojos cerrados,
en las gasolineras no arreglan corazones,
chaleco reflectante debajo de la lengua,
carreteras secundarias con los días contados.

El miedo me adelanta por la izquierda,
frenazo antes de llegar al precipicio,
besos asfaltados que se pierden en vasos de chupito,
amantes que ya no bajan para abrirme la puerta.

Vaqueros con bolsillos rotos en el capó,
condones sin usar en el salpicadero;
las latas de cerveza duran media recta,
después las aplasto con la punta del tacón.

Camiones de mercancías con orgasmos al por mayor,
diarios sin dueño,
multas garabateadas con tinta china,
camisetas ajustadas reflejadas en el retrovisor.

Desiertos en mitad de las canciones,
luz roja marcando que no queda gasolina,
puñetazo en el volante, suena el claxon,
Julietas en Chevrolets que ya no salen a los balcones.

2 comentarios:

Chelo dijo...

Ya no tienen necesidad de salir a los balcones, con su catalejo de lentes opacas y sentadas en el asiento de atrás, miran por la luna trasera, mientras le dan la espalda al conductor que busca en cualquier parque un sitio donde aparcar la vida.
Un poema lleno de imágenes. Un saludo

Elendilae dijo...

Ciertamente, como dice Chelo, he ido saltando de una imagen a otra.

Ya no salen a los balcones porque se pasan la vida viajando, carretera y manta, dándole la vuelta al cuenta kilómetros.

Un besito