Vuelvo a casa caminando de puntillas, no vaya a ser que se despierten los poetas.

3 mar 2014

Digestión

Sabes lo de las dos horitas
de digestión
antes de lanzarte de cabeza
a la piscina.

O antes del
"¡mamá, me voy al agua!"
en la playa.

¿No?

Pues sólo es
una variante
de la digestión del amor.

En el amor,
primero te tiras al mar
-saltas dentro de él,
quiero decir,
no hablo de que te lo folles-.
Y después haces la digestión.

Pero no es un mar cualquiera, ojo.
En ese mar
te tienes que ahogar,
por narices,
para que haya digestión.

Nadie quiere ahogarse,
claro.
Pero pasa.
Pasa.
Mucho.

Digestión de dos horitas
o dos añitos.
Según la cantidad
de boom boom ajeno
que te hayas metido entre pecho y espalda.

También importa
el número de latidos tuyos
que el/la otro/a
se haya tragado.

Y yo,
personalmente,
llevo
un buen
empacho.

4 comentarios:

Rafael dijo...

¡Qué razón tienen tus versos de hoy...!
Un abrazo y feliz comienzo de semana.

Patty dijo...

Que tengas un lunes y semana espectaculares bonita... besitos :*

Elendilae dijo...

¿Y entonces hay que esperar para que no nos haga daño, o hay que lanzarse con todas nuestras ganas?

Un besito

Patty dijo...

Jajajajajaj :D

Besitos y que mañana tengas un super Día Internacional de la Mujer :*