Parece como si todavía tuviera la huella de tu indomable cuerpo sobre mi piel. Como si pudiera sentir tus pupilas puestas en el vértice de mis costillas aun con la luz apagada. Me siento a gusto jugando a que no te has ido. No todavía. Sigues entre los papeles arrugados de mi escritorio, removiéndolos y ordenándolos en un caos propio de tus musas. Continúas enredándote en la tinta negra de mi bolígrafo, tinta insatisfecha que nunca deja de brotar, como mis insomnios. Puedo arrancar el motor de una indiferencia fingida, y aparentar que no me afecta que hayas dejado de ser una totalidad para convertirte en medio suspiro. Puedo inventarme una batalla ganada con los cristales rotos del espejo donde no he dejado de mirarme, pero los vestigios están afilados. Puedo desabotonarme el miedo, quitarme su blusa, y mirarte fijamente mientras te digo "amigo, esta guerra me pertenece".
6 comentarios:
Cuando se quiere de esa manera estoy seguro de que se consigue el objetivo propuesto y más si el amor está por medio.
Un abrazo en la tarde.
Lo difícil es superar el pánico inicial de darte cuenta de que piensas luchar por ello, después de éso, todo resulta más fácil.
Buena suerte
Con esa intensidad de sentimiento se puede ganar la batalla
Abrazo
Cualquiera diría que la victoria está en tus manos.
Habrá pequeñas batallas en las que quizá te sientas perdida, pero desde luego nunca hay que perder esas ganas por vencer la guerra. Fuera miedos. :)
Un besito
El primer pasado siempre es el que mas cuesta y ella ya lo ha dado, ya sabe que este esta ahí, paralizandola e impidiendole que haga lo que sienta y no esta dispuesto a consentirlo por mas tiempo...
Forgotten Words
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