No vas a
provocarme más heridas
ni más
Cantábricos en las mejillas.
Tu nombre me
da asco
cuando alguien lo pronuncia es vómito en mis oídos
lo escucho y se me llena la sangre de pieles de plátano
el amor se
resbala dentro de mí
y se abre la
cabeza.
No eres el
cementerio donde quiero descansar
no me gusta
tu frío
tu roca
tu piel
ni tus
flores,
regálaselas
a otra.
Qué mal
mientes
pero no tan
mal como abandonas
ni tan mal
como quieres.
Te has
cansado
otra vez.
Ya vuelves a
tener la lengua fuera, me dan ganas de cortártela.
Me voy
a cualquier
lugar sin espejos
donde las
persianas no puedan bajarse
donde nadie
hable de ti.
Me estoy
yendo
pero de
verdad
caminando
hacia delante y no hacia atrás como cuando aún te quería.
Me estoy
yendo sin que nadie me empuje.
Hoy me baño
desnuda
en el charco
de lágrimas que derramé hace mucho tiempo por ti.
Hoy me he
encontrado
como se
encuentra un billete de veinte en unos vaqueros,
qué suerte
he tenido.
No voy a
volver a ti:
he quemado
el mapa.
4 comentarios:
Parece una despedida.
Un abrazo.
Bueno el mapa se ha quemado, esperemos que aún queden caminos sin incendios.
Un beso.
Un amor que te hace sentir ese odio...es mejor dejarlo ir sin apreciosa.... un besito Nerea :*
Siempre es bueno quemar el mapa, para eliminar tentaciones.
Un abrazo!
Publicar un comentario