Anoche volví
a tomar pastillas para dormir.
Eres más
fuerte que el sueño
sólo la
droga y el alcohol te debilitan y apartan de mí
pero
reapareces
como las
flores del jardín que un muchacho roba creyendo que así conseguirá follar
como el
dolor de garganta
como el hijo
sin dinero.
Escribo
ahora
por la
mañana
a la luz de este
octubre carcelero
porque la
rabia
me tenía
ocupada anoche rompiendo y quemando cosas.
Anoche volví
a odiar los aviones
las motos
los
contestadores
y las
canciones que hablan de números de portal.
Volví a
escupir por la ventana
a arañarme
las piernas
a romper
papeles importantes.
Volví a
fumar
me tragué el
humo igual que me tragaba tus mentiras.
Volví a
dejarme caer
¿me lees?
me dejé caer
yo, que ya
me había olvidado de tus infiernos
y vivía
cómoda en el piso de arriba con los pies calientes.
Ahora mi
cuerpo es un volcán
y mi sangre
es magma
y si tuviera
cerca un revólver provocaría un fenómeno natural
digno de
portada de la National Geographic.
Anoche volví
a quedarme sin reloj y sin hambre.
Anoche me
pinté los ojos
lloré
y con el
rimmel corrido me corté el pelo.
Se me
quitaron las ganas de saltar.
Me quedé
helada
pero no
quise abrigarme.
No quiero
más luz,
sé un sol
con ella.
Anoche volví
a tener miedo
salí
corriendo
y me perdí.
Pero vuelve a su
ombligo
al mes de su
calendario
que te
domestique,
vete con
ella
yo ya estoy
muerta.
5 comentarios:
Versos muy fuertes los que deja tu protagonista en esta entrega.
Un abrazo y feliz fin de semana.
Esa cosa rara que me pasa, me encanta leerte y cuando quiero comentar no se qué decir. Porque corro el peligro de empezar a hablar de mis insomnios, de mi rimmel corrido, de esto y de aquello.
Besos.
Muy potente.
Me encanta como escribes.
No dejes de hacerlo nunca, por favor.
Cual es la fuerza de voluntad que remece tus sentidos Nerea? vamos chica pa' lante ;) besosssss
¡Cuánta intensidad!
Me ha gustado mucho, transmites...
Describes unas sensaciones que evocan a un tiempo...complicado.
Un abrazo,
Martina.
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