Te echo de
menos en los días con erre.
No encuentro
mi bufanda
tampoco mis
guantes
ni mi
sombrero marrón
que es un
muro entre mis ojos de viuda y el mundo.
Hace frío
en la bañera
y en la
recámara de mi pistola.
El
envoltorio del chocolate con leche
cubre tus
fotografías en el cubo de basura.
Hace setenta
días que no cocino
setenta días
que atraqué el estanco con cara de chica abandonada
setenta días
que la cerveza me hizo la extremaunción
setenta días
que me aboné al canal porno.
Los muertos
no comen
pero fuman,
beben y se masturban.
No me lavo
la cara,
es una falta
de respeto a las lágrimas saladas
y yo jamás
ofendería al mar.
No me
caliento los pies,
voy dejando
pequeñas y resbaladizas Antártidas cuando camino,
pobre del
que quiera seguir mis pasos.
Hago
patinaje sobre hielo en el pasillo de casa,
nunca me
acuerdo de frenar
me estampo
contra la pared
sin ser yo
meteorito ni ella tu mundo,
y pierdo el
conocimiento
-ahora sí
que ya no me queda nada-.
Te has ido
pero las sábanas de tus fantasmas
se han quedado
pilladas bajo las patas de mi cama.
Te has ido
pero me has dejado aquí
con vida.
Me recuerdo
a ti,
mi cuerpo es
tu mayor escondite
más que los
discos
más que tu
silla de la cocina
más que la
plaza de garaje donde aparcabas.
Me miro al
espejo
te veo,
voy a
arrancarme los ojos.
Me toco el
culo
noto tus
manos,
voy a
sentarme sobre una hoguera de campamento.
Respiro
noto tu
aliento,
voy a
ahorcarme con la cadena que nos unía.
4 comentarios:
Que triste y desolada confesión Nerea, pero muy bien escrita. Me gustó.
Saludos
Ivo
Que gran energía e imaginación me dejas asombrada muchas veces nerea....besitos :*
Los recuerdos producen momentos de nostalgia como los que describes.
Un abrazo.
Me inspiras tanto, Nerea.
Adoro tus metáforas y tu facilidad para mezclar elementos sin relación.
No me canso de leerte.
Ya viene el frío a cazarme las mejillas en http://albordedetucama.blogspot.com.es/
M.
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