Llueve como si al cielo
le hubiesen roto la libreta de inglés
de segundo de primaria.
O las medias
por el sitio equivocado.
Los pájaros cantan
pero no se ven.
Como si fueran una chica
duchándose en casa de su mejor amigo
tarareando La luna debajo del brazo
mientras él la escucha desde la cocina.
La gente camina con paraguas.
Como pañuelos callejeros
que no dejan que las lágrimas
lleguen a las mejillas
de las aceras.
Botas de agua.
De aguanta
un chaparrón más
que el sol está de camino
y se abrirá paso como una ambulancia
en el tráfico de la Calle Mayor.
Los cristales se están mojando.
Gotas que se deslizan
como arañazos de primavera.
Húmedos.
Sexo de ventanas y lluvia.
Y de trapos para limpiar la corrida.
Tu timbre sonando empapado.
Porque ella, nostálgica,
ha salido corriendo
y te ha ido a buscar.
3 comentarios:
Quizás marzo tiene también derecho a llorar y lo hace por nosotros.
Un abrazo.
Ya pasó Marzo Nerea, sonríele a Abril preciosa que seguro te traerá mil cosas lindas... :*
Es curioso como veces nos encerramos tanto en encontrar algo que olvidamos que estamos buscándolo, perdiéndonos a nosotros mismos.
Grandes tus últimas entradas.
Una duda en cada charco en http://albordedetucama.blogspot.com.es/
M.
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