Ahora sé que
no eres el hombre de mi vida
ni el hombre
de mi muerte.
Ahora sé que
el vestido que me regalaste
estaba hecho
de flores muertas.
Ahora ha
llegado el momento de cargar el rifle
incendiar
tu cabaña de madera
y derretir
la nieve del camino que nos une para que te ahogues.
He
encontrado oxígeno fuera de tu burbuja
el color ha
vuelto a mis mejillas
y se ha
borrado mi nombre de la esquela del periódico.
He
conseguido respirar lejos de tu dióxido de carbono
lejos de tu saliva
contaminada
lejos de tus
manos manchadas de otro pelo negro.
He tardado
pero por fin mi barca está preparada
para cruzar
el río desbordado
y llegar a
la orilla donde las palmeras son altas
pero no
tanto como para no ver lo que esconden
-mentiroso-
a la orilla
donde yo no pasaré hambre
y me dará
igual que te llenes la boca en el primer bar de carretera que te
deslumbre
con luces de neón y un vestido blanco asquerosamente ceñido.
Desconocerte
es lo mejor que me ha pasado en la vida.
Hoy por fin
he vaciado mis venas de tu contaminación.
Hoy he
vuelto a sentir mi propia sangre.
9 comentarios:
Como dice tu verso final "...hoy he vuelto a sentir mi propia sangre..."
Un abrazo.
muy bueno!!!
Transmite rabia y sentimiento, y me encanta!
Que dolor :(
Besos :*
Cuánta garra. Me encanta.
Transmutación y aprendizaje.
Un abrazo.
Gracias.
Hola Nerea, hace poquito empecé a escribir y sería todo un regalo que leyeses un poquito de mi, eres grande. Mucho.
http://serenditipit.blogspot.com.es/?m=0
Muchísima fuerza, odio y sentimiento. Mi favorito, eres muy grande.
Muchísima fuerza, odio y sentimiento. Mi favorito, eres muy grande.
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