Allí es
donde podríamos ser felices
qué miedo
allí es
donde nunca iremos.
Nos
quedaremos
para siempre
en esta
parte de la isla
acampados en
la falda del volcán.
Yo callada
sentada en
una silla de mimbre
contando las
gotas de tu lava que llueven sobre mi espalda.
Con hipo y
mucha sed.
Descalzos
pisando
medusas y erizos de mar.
Con los ojos
llenos de arena y rocas.
Tiritando
chasqueando
los dientes con un ritmo extraño.
Contando
libélulas.
Bostezando
permitiendo
que las arañas nos entren por la boca
y amordacen
con tela irrompible a todas nuestras mariposas.
Pintando en
paredes escenas de baile
dibujándote
a ti con pajarita
y a mí con zapatos
blancos.
Temiendo al
viento.
Hambrientos
decididos
a seguir con el estómago vacío
antes que
coser juntos una red de pescador.
Y cuando
cada uno se vaya por su lado
intentando
sobrevivir
nos
arrepentiremos todas las noches
de no
habernos dado cuenta antes
de que
juntos ya estábamos a salvo.
5 comentarios:
Tu poesía es. Lo que me hace sentir no es normal. Un 'gracias' grande, en mayúsculas, cursiva y negrita.
Profunda marejada, es cierto.
Un abrazo.
Arrepentirse no debería formar parte del plan.
Un saludo.
A veces con alguien somos ese tomo encuadernado con pasta dura y bien hecha que encaja pero que no esta traducido en un idioma que se pueda leer... Siempre me quedo en el intento
Y lo que más me gusta de ti, es que da igual cuanto tiempo tardé en pasar por tu blog, porque tu poesía sigue teniendo ese carácter rockmántico tan único como mágico que hace imposible no terminar enamorada de tus poemas una vez lo terminas de leer.
Pero lo que más me gusta es ver como los vídeos dieron paso a los micro abiertos a
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