Si fuera una parte del día
sería atardecer o madrugada,
que es cuando parece que va a terminar todo
pero en realidad es el momento
de abrir los telones;
es cuando los enamorados se desatan.
Cuando se confiesan
y se borran a lametones
la timidez.
Dulces,
insaciables,
enmarañados
y mortales enamorados.
Se esconden por las calles
de cines y teatros
para dispararse al corazón
balazos de resurrección.
Se rodean y envuelven de caos silencioso,
un caos adictivo,
de tormenta corporal;
un caos que es
la salida de emergencia a la vida.
Olvidan los relojes,
el qué hora es,
la idea de que el tiempo sigue pasando
-y pesando-.
Circulan estáticos contra una pared,
aspirando la atmósfera vaporosa
de los callejones-cama.
Como gatos siameses
sobre tejados de casitas
de pueblos de costa.
Cuando nadie les ve
barajan las pieles.
Empieza la partida,
¿subes la apuesta?
Hemos venido a jugárnoslo todo.
Todo.
Incluso la inspiración.
4 comentarios:
Y en ese juego, seguro que ganan siempre, porque su juventud puede con todo.
Un abrazo.
Me gusta mucho todo lo que escribes, y tus vídeos de youtube :)
Enhorabuena, de verdad (K)
Lo importante es arriesgar(se).
O nunca ganaremos.
Fantástica tu inspiración que te trae tan a menudo a éstas, tus teclas.
Gracias por compartirla.
A carreras con la tormenta, voy ganando en http://albordedetucama.blogspot.com.es/
M.
Toda tu eres una sensación aunque sea de noche Nerea ;) besitos preciosa.
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