Todos los triunfadores
son los que perdieron tus guerras.
Los que se dejaron la piel,
la saliva y el número de teléfono
en tu cama
y sobrevivieron.
Esos a los que amordazaste
con tu indiferencia
pero consiguieron no atragantarse.
Ellos tienen el vaso
sanguíneo
medio resucitado ya.
Supieron ingeniárselas
para reinventarte aburrida,
sosa
y fea.
Te sacaron de sus entrañas
y contaron su experiencia
cercana a la muerte.
Les dejaste tiritando,
muertos de frío,
durmiendo tapados hasta arriba
en los veranos del 86 al 91.
Sudaron y les bajó tu fiebre
de lunes,
martes,
miércoles,
jueves,
viernes
y sábado noche
-domingo de resaca-.
Taparon avergonzados
tus picotazos,
les sacaste los ojos
y se volvieron piratas.
Llegaron a islas desiertas,
pero se dejaron barba
y construyeron un barco más seguro,
muchísimos más seguro.
Con velas intactas
dispuestas a ser sopladas con fuerza.
Esos son los triunfadores.
Se les curó el corazón
y terminaron ganando,
escupiendo en tus cartas
lo que un día
te escupieron en el escote.
7 comentarios:
Muy bello, un abrazo.
No me extraña que después de perder tus guerras se volvieran piratas.
Me gusta tu forma de expresarlo.
Quizás se creyeron triunfadores de su propia derrota en la vida.
Un abrazo.
¡Es precioso!
Me ha encantado la manera de expresarte
"Los que se dejaron la piel,
la saliva y el número de teléfono
en tu cama
y sobrevivieron."
Un saludo, y me paso pronto!!
Sublime de principio a fin.
Creo que el secreto está ahí, en volverse un poco pirata, un poco pícaro, y saber verlas venir antes de que lleguen.
Un besito
Con fuerza.... besos :*
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